Crónica S3xP5 parte 1

El Portal y la Varita (Parte I)

Se jugó con una sola jugadora: Careni. En un principio era una sesión pensada para el grupo de jugadores que jugaron la partida de el Señor de los Randoides. Pero al final sólo podía jugar uno de ellos y la adapté. A continuación la Crónica:

Para Poner en Antecedentes: Año y medio después de los hechos acontecidos en el Señor  de los Randoides el grupo de aventureros continua unido en la construcción clandestina de una Fortaleza. Starback, la guerrera barbakkia, se ha encargado del adiestramiento de los Randoides guerrero asumiendo la responsabilidad de asegurar la zona. Entre otras cosas durante este tiempo Kanban ha logrado encontrar, entre las ruinas del anterior palacio, algunas posesiones que debieron pertenecer al mago e inquilino que una vez hubo en el Bosque Gris como: planos de portales de viaje, escritos y descripciones sobre las eras antiguas, una historia sobre un mal que siempre estará en andrania, un poema sobre la sangre de una bestia que se derramó en el pasado, planos sobre construcciones de vehículos que por los tamaños debieron ser diseñadas por Akodoneses y mapas con símbolos akodoneses en lengua antigua.


Comienza la Partida
Starback acostumbra a recibir dos reportes al día de los exploradores vigías del bosque  uno al amanecer y otro al atardecer, de ahí su sorpresa y preocupación al ver a un explorador a media mañana con un mensaje: "se han encontrado huellas de akodoneses en el bosque". Inmediatamente la guerrera lideró un grupo de exploración que acabó dando con el lugar donde se originaron las pisadas: Un portal rúnico, ubicado en una cueva poco profunda del Bosque Gris y que aparentemente había sido usado transportando a varias criaturas akodonesas.
La barbakkia decide partir con cuatro guardias negros (los randoides guerreros adiestrados para pasar desapercibidos como monjes totalmente vestidos de negro) siguiendo el rastro para localizar a las criaturas y asegurarse de que la construcción de la fortaleza siga siendo un secreto.
Los rastros los guían hasta las inmediaciones de un pequeño protectorado de un Kamless situado en las ondulantes colinas próximas al Bosque Gris.         Está formado por un edificio central, una torre aledaña y varios cobertizos y casetas donde aparentemente viven familias. El protectorado se rodea mediante una pequeña empalizada de piedra y madera alcanzando un metro de altura. Además se distinguen unas excavaciones al aire libre pero la distancia no permite ver más. 

Una vez se adelantan, pasada una de las colinas, pueden ver con detenimiento cómo unos perros salvajes rodean unos cadáveres. Inmediatamente al contemplar la opción de tener carne fresca en el menú las alimañas se lanzan contra la bárbara y su grupo. Una vez eliminados los canes salvajes comprueban que la muerte de las cadáveres ha sido provocada por quemaduras, la guerrera deduce que se trata de heridas provocadas por  magia.

Poco después Starback se había presentado como un mercenario que escoltaba a los "monjes" y buscaba un lugar donde pasar la noche. Supo por los trabajadores del protectorado que los cuerpos pertenecían a unos comerciantes que habían visitado el lugar para interarse por la compra de animales amaestrados. Aceptaron la compañía de la guerrera pues los habitantes del protectorado se encontraban algo desvalidos por la salida de Kamless Paeznor, el cual lleva dos dias fuera del protectorado por asuntos reales. 
Mientras atardecía la barbakkia pudo investigar la zona conociendo al hijo pequeño del Kamless mientras jugaba con los otros 4 niños del lugar, degustó la comida preparada por Catnis, la cocinera del kamless que a su vez es la mujer de Maese Rodrigo, el único formado militarmente. Pudo observar a Miltron, un viudo borracho que asegura ser un genio creador de un sistema de adiestramiento único en andrania. Scarlet, la cuidadora de animales fue la guía que le mostró que las excabaciones en el suelo son realmente recintos donde alojan animales y son amaestrados, además pudo contemplar al peculiar matrimonio Liman y Yeneris compartiendo su pasion por la fauna.
Al anochecer fué cuando el equipo de guardias negros y la barbakkia desplegaron sus artes de rastreo y vigilancia hasta que éstas les dieron resultados. En el recinto de las comadrejas algo se ocultaba, efectivamente se trataba de un akodones pero éste se encontraba alterado, temblando de miedo y furioso...


Fin de la Primera Parte.

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