La compañía se divide.
Una
crónica para las tres sesiones. una crónica que da comienzo
justo después de la partida donde apareció
el Estigmatizado abriendo
el gran pórtico del Averno de Lucro. Momento tras el cual los
personajes deben decidir si darle la espalda a Andrania o llegar a
resolver los misterios que rodean sus últimas aventuras. Asisten a
la partida como jugadores: Naza retomando a su querida Lisbeth, Migue
con Leonel e Iván que vuelve a ponerse en la piel de Carajoth,
veremos si esta vez enseña los dientes. : P
Los aventureros decidieron separarse,
algunos tratarian de parar el avance de las criaturas zombies surgidas
del averno otros pondrian en alerta a las aldeas mas cercanas y el resto
decidió seguirle la pista al Estigmatizado. Estos últimos fueron
Leonel, Carajoth, Onlione y Lisbeth.
Tras medio dia de persecución Onlione
reconocio que los rastros los guiaban hacia la fortaleza rocosa de las
dos torres de donde vio precipitarse el cuerpo con vida de Bler-Smol
(aquel bardo que se hiciera pasar por arqueólogo de googeljain). El
primer encuentro lo tienen contra 4 esqueletos carnosos. Tras el combate
y sin detenerse demasiado comprueban que las 4 criaturas contienen
incrustadas en distintas partes unos clavos con inscripciones rúnicas.
Continuaron rumbo a la fortaleza de las dos
torres una vez perdieron el rastro del estigmatizado avanzando hacia las
llamadas colinas de árbol y hueso próximas a las montañas grises. Según
avanzan, dispersados por las verdes colinas se levantan árboles de poca
espesura y recios. Tan recios que los azotes del viento sobre la
montaña acaban convirtiéndose en susurros al escurrirse el viento entre
las ramas. Bajo su sombra, junto a su tronco arrugado y oscuro,
encontráis un plácido refugio. Una burbuja de tranquilidad en la que
podéis caminar por la vereda en la que los pensamientos solían perderse.
Rastrean y en sus inmediaciones encuentran unos pequeños bulbos de
tonos granates que se forman en el subsuelo, sobresalen a la superficie
con el aspecto de una planta herbácea, algo velluda y con un tallo
rugoso y redondo. Éste bulbo posee una gruesa y pegajosa resina que
puede utilizarse como ungüento curativo, se trata de los llamados bulbos
de sabia, el cual al esparcirse sobre una herida, la limpiará
(impidiendo infecciones) y acelerará el proceso de curación. Verter una
cucharada de esta savia hervida sobre agua eliminará las impurezas,
enfermedades y venenos menores que pudiera contener el agua, haciéndola
apta para el consumo. Además, añadirá un ligero y agradable sabor a
nueces. Una vez consiguen extraer varias dosis continuan.
Siguen hasta descender la última colina
desde donde alcanzan a divisar 3 estructuras que parecen unos antiguos
silos de cereales sobre unas gruesas vigas de madera que los sostienen a
5 metros del suelo. En el primer habitáculo que husmearon se toparon
con cabezas cortadas colgadas de sacos clavados por las cuatro paredes.
La sangre no parece reciente y hay manchas de ella por todo el cuadrado
habitáculo. En el segundo silo hallaron 8 pequeños cofres que contenían
unos clavos con marcas rúnicas y un pequeño sistema que provocaba la
rotura de un bote de cristal al abrirse el cofre derramando así la
sangre que contenían los botes sobre los clavos. Junto a cada cofre se
podían leer en papiros una serie de nombres escritos en lengua asura.
Parecía tratarse de una especia de contrato firmado por aquellos
nombres, revisaron las firmas y sólo una era común, aquella que aparecía
en cabeza de cada papiro pero no supieron descifrar su significado en
lenguaje común y leían la palabra KARSARP. En el tercer silo hallaron
únicamente un espacio vació decorado con marcas diversas sobre las
paredes pero nada que los pjs pudieran descifrar, de repente Carajoth se
percata de que los pequeños hilos de luz que entran por el techo
dibujan una constelación del cielo. Decide subirse al techo y observa
unas marcas realizadas con algún objeto punzante y que donde hay una
perforación ésta ha sido realizado por un útil ardiendo que ha quemado
la vieja y maltratada madera. Revisan los otros dos techos y descubren
que uno de ellos si tiene las mismas inscripciones.
Pero entre tanto, a raíz de haber lanzado
una bolsa, la cual contenía una cabeza humana y restos de sangre, unos
brazos con apenas piel y bastante hueso al descubierto sobresalen de
entre el suelo tratando de agarrar los caballos que salen despavoridos.
Leonel y Lisbeth los logran alcanzar y apaciguar, pero Carajoth decide
probar suerte e ir abriendo todos los cofres uno detrás de otro con la
intención de saber para qué sirven. Lamentablemente descubren de la peor
manera que cada apertura de cofres trae al lugar entre 10 y 15
esqueletos carnosos con clavos incrustados. Comienzan a verse rodeados
desde lo alto cuando logran emprender una huida a la desesperada en la
cual Leonel casi se precipita en una caída desde el techo donde se
subió, afortunadamente al agarrar la cuerda a la que iba atado sólo se
dio un golpe con la pared lateral del silo al que se dirigía. Gracias al
acercamiento de los corceles por parte de Lisbeth y Onlione sus dos
compañeros restantes saltaron a sus monturas y juntos los cuatros
comenzaron la huida.
A los pocos metros de comenzar a levantar
polvareda, Leonel atisba el brillo de unos metales desde su caballo. Se
detiene levemente para comprobar que se trata de armas y escudos que no
están en mal estado y que muestran un buen filo y terminaciones, algo
sucias eso sí.
De
modo que continúan la rápida marcha hacia la montaña gris, allí a sus
pies se detienen para observar su grandeza, su silencio y su quietud
cuando hace menos de un día los fuertes vientos de las colinas de árbol y
hueso les susurraban al trotar. Onlione guió a sus compañeros por el
sendero natural que dejaban las montañas, un sendero estrecho de altas
paredes y extrañas oquedades.
Hallaron los rastros de una araña de gran
tamaño pero antes de lograr dar con ella ésta atrapó a onlione en su
telaraña. Tuvieron un enfrentamiento con la criatura en los estrechos
márgenes de la montaña, onlione sintió el mordisco previo a la parálisis
que le provocaba el veneno arácnido pero sus compañeros lograron
derribar a la araña y una vez en el suelo acabaron con ella. No sin
sorprenderse cuando ésta empezó a desfigurarse hasta verse el cuerpo sin
vida de una mujer... se trataba de una cambiaformas. Ésto le trae malos
recuerdos a Carajoth cuando él fue dominado por el estigmatizado en la
cueva del averno y sospecha que también ha sido manipulada.
Cuando dejan atrás el pasillo rocoso pueden
ver cómo éste se abre a un gran valle que no permite cobertura alguna,
desde un lateral comprueban que han llegado a las cercanías de la
fortaleza de las dos torres las cuales sobresalen de entre la montaña
cómo si de apéndices de ésta se tratasen, ademas existen unas oquedades
en la paredes inferiores por las que ven moverse cuerpos medianos,
parecen roedores de poco mas de un metro de altura, observan cierto
movimiento aunque nadie sale a la luz del valle.
Los aventureros deciden que la ruta mas
segura será escalando por la inclinada pared del pasillo hasta alcanzar
unas cotas lo suficiente altas como para avanzar hacia la fortaleza
desde arriba sin ser expuestos como en el valle. Así comienzan una
escalada libre sin mas ayudas que sus manos y mas precaución que la de
ir atados los cuatro entre sí. Los primeros 20 metros logran avanzar sin
mayor problema pero el cansancio aumenta la dificultad del ascenso y al
llegar a los 50 metros ya han sufrido un par de percances que los ponen
en aprietos. Comienzan a avanzar de manera lateral y diagonal en busca
de resquicios en los que descansar, Leonel es el mejor trepador del
grupo desde lejos y es éste quien asume la exploración de la roca
dejando un camino visible para sus compañeros. Cuando llevan ya
ascendidos poco mas de los primeros 100 metros el saliente en el que
Leonel se detiene a descansar resulta que es mas profundo que un simple
hueco en la montaña provocado por al erosión o la guerra, se trata de un
túnel que se adentra en la oscuridad. No le da tiempo a reaccionar
cuando un enorme pájaro sale disparado derribando a leonel quien cae
irremediablemente al precipicio... afortunadamente aún estaba atado a su
compañero carajoth quien logra aguantar el tirón de la caída. Tras el
primer volador salió otro más que pareció tomar rumbo a la fortaleza,
Onlione y Lisbeth les dispararon sus flechas y lograron herirlo en las
alas provocando una caída mortal. Pero aún uno permanecía acechando en
el vuelo, y consiguió dañar a carajoth con sus zarpas aunque no logró
agarrarlo. Leonel al darse cuenta de la fisionomía del ave dio por
sentado que se trataba de algún hombre pájaro y aprovechó el ataque de
la criatura para golpearle e intentar al menos hacerle una herida con el
lamento del cambiaformas ( su reciente adquisición al paso de las
colinas de árbol y hueso) pero no logró dar en el objetivo. Finalmente
lograron atravesarle las alas con flechas y derribar en vuelo al hombre
pájaro.
Una vez los 4 están en el saliente deciden
internarse en la montaña a través de los túneles viendo que aún les
queda bastante para alcanzar una cota elevada desde la que avanzar.
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