EL SEÑOR DE LOS RANDOIDES
A continuación la Crónica de la Primera partida que se jugó de la saga 3: La Fortaleza, Que tuvo como jugadores a Careni, Kanban y Sigryt. Los cuales crearon nuevos pj´s para la ocasión.
Es una tarde caduca. Una fría brisa brama desde el noroeste trayendo
consigo la promesa de la estación de lluvias a las puertas de la posada
El Tropezón Afortunado ( aquella que más tarde será conocida como el
Descanso del Viajero), provocando el chirrido del gastado letrero de
madera sobre la puerta, dicho letrero muestra un pie enfundado en una
bota tropezando con una bolsa llena de oro. Los pjs acaban de terminar
una copiosa cena al igual que unos jornaleros que vuelven de la
temporada de extracción en la cantera, un Akodones chatarrero deambula
las mesas tratando de vender enseres varios, nada de valor.
El
Posadero y su mujer, Pepa y Pepe, son una pareja de granjeros retirados
tan maltratados como el letrero de su local y en todo momento os han
brindado con sus mejores bebidas acompañadas de los chismes de última
hora, pues si algo les gusta a ambos es estar a la última en cotilleos y
ser mensajeros de ellos.
Justo cuando los jornaleros están a punto de alzar un brindis en honor a
los chistes de Pepe, una forma descompuesta cruza la puerta abierta de
la posada, sorprendiendo a todos.
Los aventureros echan manos a sus armas, alarmados por la intrusión,
pero antes de que puedan actuar, la figura se desploma sobre el suelo.
El posadero corre hacia el afligido extraño y le da la vuelta,
poniéndolo boca arriba "¡Marcos!", grita con voz entrecortada; luego
alza la mirada hacia la sala con su cara llena de terror.
Tras
prestar auxilio al pobre hombre, determináis que ha sido literalmente
apaleado hasta el borde de la muerte, además, su pierna derecha está
retorcida y con los huesos machucados crujiendo al unísono cuando lo
mueven. Justo antes de desmayarse a causa de la agonía, se alza cogiendo
a uno de los aventureros por la camisa:
"Mi hijo", susurra a pesar de sus magullados labios, "¡Tienen a Lucas!".
Tras
investigar en el exterior en busca de peligros potenciales, sólo
encuentran monturas y la tozuda mula del posadero. Pepe identifica a
Marcos como un rico mercader que viaja regularmente por el camino que
pasa por la posada. Pasando, a menudo, la noche en ella. Sin embargo, el
mercader siempre viaja con su hijo Lucas con él.
Los
aventureros encuentran en el bolsillo de Marcos una bolsa con 52 monedas
de oro. Se sabia, por los posaderos, que el mercader no solía llevar
grandes sumas de dinero encima, prefiriendo en su lugar dejar cantidades
esparcidas por los distintos lugares que visitaba; por lo que intuyen
que no fué un atraco. Los aventureros deciden esperar a que despierte
Marcos antes de intervenir, no obstante uno de ellos realiza un hechizo
que convoca a un gato astral que seguirá el rastro dejado por Marcos.
En mitad de
la noche, el usuario de la magia astral es despertado con la violenta
visión de la muerte de su gato sombra apaleado por unas extrañas
criaturas....
Gracias
a la visión que le proporcionó la mascota astral entendieron la
necesaria prestitud que debian tomar. el camino hacia donde Lucas y
Marcos fueron asaltados es llano, ancho y claro, y va hacia el norte y
el este. Hay pocos viajeros en el camino, y ninguno de ellos tiene
mucho, si no nada, que decir a los aventureros. Bajo las indicaciones de
los rastros comenzaron a adentrarse en el bosque gris, en cuyas
inmediaciones lograron ver el área del ataque. el polvo del camino aún
tiene muchas manchas de sangre, oscuras y viscosas. hay señales de lucha
al borde del camino, donde presumiblemente se defendió Lucas. Siguiendo
los rastros se internan en el bosque.
Los
aventureros se abren camino hasta un pequeño claro en medio del alto
bosque. Ven lo que parecen las ruinas de una antigua fortificación, a
medio camino entre un caserío y una torre. Las ruinas descansan por todo
el área despejada que acaban de descubrir. Deducen que debió tratarse
de un hogar fortificado y deciden usar a la mascota astral que han
dejado en la posada a los pies de Marco, y Pepe, el posadero maruja, se
acerca a hablarles de que años atrás hubo un mago en el condado a los
servicios del tatarabuelo del actual conde y que en el bosque gris era
donde cuentan que guardaba sus tesoros. El tamaño que se imagina tuvo en
su esplendor palidece al compararlo con la fortaleza del condado. Ha
pasado mucho tiempo desde que hubiera un edificio suficiente para
mantener la cabeza de los aventureros a salvo de la lluvia, mucho menos
para servir como fortificación contra intrusos. la mayor parte de los
muros se han desplomado, quedando las bases cubiertas de musgo... de
todos modos aquí es adonde lleva el rastro.
Os
asomáis por una roca de aspecto sospechoso y espiáis por un agujero que
desciende en casi completa oscuridad, intuis el ruido de unos roedores
en el extremo del tunel, por lo que decidiis no molestar a los
inquilinos.
Mientras
tanto, Lucas observa herido que se encuentra atado a unas columnas
rocosas y lo rodea una especie de estanque de agua con cierta corriente,
parece que por ahí pasa un rio subterráneo. Oye los gruñidos de unos
seres en el extremo de la cueva, deduce que están en el interior de un
tunel al que no tiene acceso. De repente comienza a escuchar un alboroto
en los túneles, y vé cómo se le acercan unas extrañas criaturas que
caen muertas antes de llegar a él. Tras ellas se alzan los aventureros
que han logrado internarse en las galerias creadas por estos seres y dar
con el hijo de Marcos.
Nota:
Ocurrieron sucesos importantes en el interior de la gruta, pero para
evitar espoilear al otro grupo de la mesa, aún no se mostraran.
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